La família y la escuela pueden establecer reglas para evitar el acoso escolar
¿Se puede proteger a tu hijo para que no se convierta en un acosador ni en un acosado?
Pues, claro que sí. Por lo menos, existen algunas pautas que pueden
ayudar tanto a la familia como a los educadores y a la sociedad de un
modo general, a prevenir este fenómeno. Luchar contra el bullying es una responsabilidad de todos. Cada parte implicada debe cumplir su papel.
El acoso escolar y la familia
Educar es una tarea muy difícil ya que los padres ni las madres son
expertos en pedagogía o han nacido ya preparados para educar a sus
hijos. Pero la familia se construye y su estado es considerado esencial
para la socialización de los niños, a través de la transmisión de
valores, normas o comportamientos. La familia es la que tiene que
establecer lo que es inaceptable y lo que es aceptable, en casa y en las
relaciones sociales.
Según los expertos en acoso escolar, la ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonables de la conducta
de los hijos fuera del colegio, de lo que hacen y con quién van, una
disciplina demasiado dura, la falta de comunicación y la presencia de
tensiones y de peleas en la familia, pueden llevar a los hijos a la
adquisición de conductas agresivas.
Recursos familiares contra el acoso
Existen cursos y reuniones en las escuelas de padres y madres que
pueden orientar a los progenitores acerca de lo que se puede hacer para
mantener alejados a sus hijos del bullying. Se basan, normalmente, en reglas básicas como:
1. Preocuparse por los hijos, hablando con ellos y creando un canal
de diálogo. Evitar los monólogos. Se aprende y se conoce mejor a los
hijos, escuchándoles.
2. Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar o fobia escolar.
3. Controlar y supervisar las conductas de los hijos, observando qué hacen, a dónde van, con quién juegan, cuáles son sus intereses y proyectos.
4. Determinar los límites y las normas. Exigir el cumplimiento de las elementales.
5. Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás y para convivir con otros.
6. Observar los comportamientos, estados de ánimo y cambios en los hábitos de los niños.
2. Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar o fobia escolar.
3. Controlar y supervisar las conductas de los hijos, observando qué hacen, a dónde van, con quién juegan, cuáles son sus intereses y proyectos.
4. Determinar los límites y las normas. Exigir el cumplimiento de las elementales.
5. Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás y para convivir con otros.
6. Observar los comportamientos, estados de ánimo y cambios en los hábitos de los niños.
El papel de la escuela en el acoso
El tipo de disciplina que exista en las aulas y en el centro escolar
es de fundamental importancia en la construcción de una buena conducta.
La constante supervisión de la conducta de los niños en las aulas y en
el patio, así como en el comedor,
cuenta a la hora de detectar si está o no ocurriendo algún caso de
acoso escolar. Profesores y cuidadores deben estar presentes y
pendientes, siempre.
Actuación de la escuela frente al acoso escolar
En un principio, no cerrar los ojos a la realidad. Establecer reglas para evitar el bullying,
mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre abierto, tratar el
tema a través de cursos, conferencias o tutorías, poner a cuidadores o
vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras zonas de riesgo,
introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir
de una forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar. En complicidad con el centro escolar,
los profesores deben colaborar en la identificación de algún caso, o
simplemente estableciendo con sus alumnos unas normas de no agresión.
Las instituciones y los medios de comunicación
Crear y mantener un teléfono público para los niños es una forma de
abrir una puerta a sus posibles conflictos. Las campañas anuales de
sensibilización también pueden funcionar para prevenir el acoso escolar.
En cuanto a los medios de comunicación, sería interesante y muy viable
que controlasen más los contenidos que emiten o publican. La sociedad en
general debe prevenir y atajar posibles brotes de acoso. Es necesario
estar atento y no dejar pasar nada o pensar que todo es normal o se
trata de una broma. Cuando un niño se burla, amenaza o pega a otro niño,
se debe intervenir para que eso no se repita. Cuando en el patio del colegio alguien se burla del aspecto de otra persona, hay que reprenderle.
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